viernes, 14 de agosto de 2009

El minuto filosófico en la red

I knew it , las noches de desvelo, las ojeras de mapache y el aspecto de todo un oso panda prófugo del zoológico de Chapultepec algún día me brindarían la felicidad y el gozo literario que he esperado por meses. Uno pone miles de pretextos, pero ¡hey! para que buscar más, la creatividad está ante nuestros monitores. Confieso que nunca he tenido ese tipo de resentimiento u odio por los beneficios del internet, por el contrario me declaro un geek en potencia y como tal, ayer la iluminación llego a mí. Evitando reproches, demandas, acusaciones por plagio o demás, agradezco enormemente a Sebastian ( mejor conocido por Frank) el haber cruzado en mi camino la forma más sutil y cínica de responsabilizar a otros de tus problemas, errores y de pensamientos de "extrema profundidad".
Señores ha llegado a nuestras vidas la era de los sagrados "Foros de discusión".
Siempre supe de ellos, me parecían simples paneles de pregunta-respuesta, sin chiste, ni importancia, ¡Error! Son la cosa, si es que así podríamos definirlos, más fascinante en estos últimos años, son la fuente de la sabiduría popular, el elixir de la creatividad literaria, la inspiración materializada. Por favor quien puede contra esto:

* Quien es mas fuerte goku o vegeta?
*¿Por qué la gente es tan estúpida?
*¿quiene fueron los 40 autores que escribieron la biblia?
* ¿Como podria hacer para tener pesadillas?
*¿futurama o los simpson?
* Fajar ( con ropa) te deja embarazada?

Por favor, la profundidad del pensamiento humano me asombra, ¿a ustedes no?


ADVERTENCIA: dicho medio requiere de una mente superior al IQ promedio, conocimiento más que perfecto de la lengua, años de estudio de la mente humana. IMPORTANTE: Si usted es un escritor en potencia, periodista o simplemente gusta de regocijarse en preguntas bizarras, existencialistas e incluso de nivel sexual, sus problemas han llegado a su fin. Visite los foros de discusión.

Sólo queda aceptar la sabiduría cybernética de nuestros tiempos.

Mayra Z,

No más flojera mental

¡Tengo flojera!, Pereza mental, bloqueo creativo, incapacidad literaria, inmovilidad intelectual, NO, no más de esas frases y no es precisamente que ¡wow! no las tenga, realmente siguen allí y posiblemente vivirán conmigo eternamente pero es tiempo de separarnos por unos meses.
Es por eso que este semestre: señores, señoras, niños y niñas ¡May hará realidad varios de los proyectos que tengo en la cabezota!, mis nenes tienen que salir a la luz del día, ¿no?
Si alguien gusta participar en alguno, o tiene cierta curiosidad por saber cuáles son, no duden en contactarme acepto ayuda de todo tipo, no se intimiden.

Pd. Prometo mantener este blog con vida, pobrecito siempre lo abandono mucho tiempo.

Mayra Z.

miércoles, 1 de julio de 2009

¿Borramos?

Confieso que he borrado la memoria del mundo. Lo confieso lleno de vergüenza, con el peso de tal afirmación taladrando mi cerebro. Declaró mi obsesión por los principios eternos, los contenidos vacíos, las páginas borradas y rescritas continuamente, los tiempos míticos y esa eternidad de presentes en potencia, de acciones olvidadas en el mismo instante en que me encuentro redactando la última evidencia de mi existencia. He borrado todo.
Obsesionado por la aniquilación del recuerdo y la masacre de toda historia y memoria, he quemado, desvanecido, desaparecido y eliminado todo rastro de tiempo pretérito, sin olvidar los tiempos compuestos. Confieso lleno de dudas el éxito de mi empresa, frustrado ante la imposibilidad de compartir mis conocimientos con la humanidad. Humanidad que yo mismo he estancado en un presente.
Pasé noches enteras, pensando, maquilando y creando la estrategia maestra. La empresa resultaba titánica, pero mi frustración desde la infancia por el hubiera y los hechos sin posibilidades de cambio me regresaban al estado de aniquilación previa. Así pues, una noche cumplido mis veinte años decidí comenzar por examinar la fisionomía del objeto más preciado para mi y menos estudiado por el hombre: la goma.
Llámenla como quieran: borrador, eraser, borracha, gummi, gomme. La sola repetición con la conciencia de todas y cada una de sus implicaciones hasta hoy en día me asustan. Por más pequeña e insignificante que parezca, es y fue el arma más poderosa con la cual conté.
Mi curriculum de asesino serial de memorias y recuerdos comenzó con detalles mínimos. Mi goma y yo, borramos aquí y allá letras intermedias, iniciales y pocas veces finales. Mutilé los significados, alteré el orden establecido en todo sistema lingüístico. La memoria, mi memoria es ese eterno juez que repite en mi cerebro la acción del primer crimen. Mi victima, la palabra Jordan, escogida al azar. Mi estrategia dar por jubilada la “r”. Confieso que la sensación del primer acto vandálico lingüístico vertió tal cantidad de adrenalina en todo mi cuerpo que pronto mis crímenes fueron más allá. Las letras perdieron sus extremidades, una p se convirtió en o mientras que a la ñ no tuvo más remedio que aceptar la identidad de una n, esfumé las tildes ( arma secreta del pretérito) y así palabras como mendigo y mendigó dejaron de causar problemas semánticos y fonéticos a la humanidad, las palabras perdieron por completo letras, las frases signos, las oraciones verbos, los párrafos oraciones, los textos párrafos y así hasta que un día la necesidad del verdadero vacío llegó a mi mente. Podía ir libro por libro, periódico por periódico borrando aquí y allá, alterando notas, fragmentos, cartas, cambiando motivaciones creando un caos gramatical y comunicativo entre la especie humana, pero nunca sería suficiente.
El ser humano, es la especie más obsesiva que he conocido. Buscan por todos los medios, comunicar y ser comunicado de las acciones del pasado, de la constante afirmación de origen e identidad y es que para alguien como yo, aquello era un crimen aún mayor. Cargar con el peso de una infancia, de una juventud y en un futuro de una madurez llena de errores crispaban mis nervios. El tiempo del acto casi suicida había llegado. La aniquilación de los recuerdos por transmisión verbal, era un mal necesario.
Bajo medios científicos que temo revelar por un posible mal uso, aún cuando se del éxito de mi empresa, logré llegar al hipocamo parte importante del proceso de aprendizaje y de la memoria a corto plazo. Aniquilado él, la parte del cerebro donde los recuerdos a corto plazo se transforman en recuerdos a largo plazo, para luego ser almacenados en otras áreas del cerebro, irónicamente eran ya cosa del pasado.
El proceso tomó su tiempo, algunos seres humanos se rehusaban a perder sus recuerdos, aferrados al ayer pasaban horas enteras resolviendo juegos de destreza mental, tomando pastillas para la memoria, escribiendo por todas partes el nombre de los objetos, identificando y siendo identificados por los otros, algunos muchos mas temerarios corrieron a tatuarse desde el patronímico y apodo hasta los restos de vocablos de las extremidades del cuerpo. La peste del olvido comenzaba a invadirlos. Por las noches, familias, enamorados y amigos que aún se recordaban lloraban al saber que pronto se olvidarían y peor aún el día menos esperado, incluso se olvidarían de ellos mismos.
Poco a poco, no sé si fue resignación o completo olvido, pero la especie humana comenzó por vivir en el presente. Todos los días eran lunes, las acciones se repetían una y otra vez. Astutamente mis cálculos de años me habían llevado a descifrar la fórmula entre la exactitud temporal y espacial entre el número de habitantes y número de recuerdos y fue así como la humanidad perdió toda memoria y sentido del pretérito un lunes 21 de enero.
Glorioso 21 de enero, los saludos cordiales entre una Mariana y un Juan, entre un jefe y su secretaria, las tormentosas despedidas entre enamorados, acabaron. Nunca más se suscitaron equivocaciones amorosas, se esfumaron las responsabilidades escolares y laborales, el gorroso presente para el cumpleaños de la abuelita, de la mamá, del tío, del novio, en fin, los aniversarios, las citas laborales, las fechas límites de pago de tarjetas de crédito. Todo era un presente y al caer la noche, el eterno momento estaba allí con la puesta de sol.
Pronto comprendí la soledad de la goma en un estuche de colores. Trágico 21 de enero. Día en que perdí, amigos, familia, amores, recuerdos y errores. Si bien pasé uno o dos años feliz de ver el caos, la indiferencia humana, la individualidad y capacidad de supervivencia, nunca fue suficiente.
Pude arrancarles la memoria, desvanecer todo testimonio escrito y hablado, borrado con mis propias manos la sintonía de vaivenes de una historia sin futuro, pero nunca logré comprender su necesidad de pertenecer a una colectividad, de aferrarse a un pasado y sentirse completos al reconocer sus errores, aciertos y misterios de la edad.
Confieso que borré la memoria del mundo. Soy culpable del fin de una humanidad, de un progreso testimonial y hoy después de cuarenta años de existencia e investigación científica he descubierto el verdadero significado de la aniquilación total.
Hoy, ojala pudiera decir ayer, he de destruir la última evidencia del pasado humano. La verdadera y real aniquilación del último vestigio viviente de aquello que en mis tiempos llamé pretérito. Mi historia, mi memoria, mi identidad, yo y después…la nada.


Mayra Z.

martes, 30 de junio de 2009

Imaginación

Perdí el don de la imaginación. Soy un ser carente, deseoso de recordar cuando y cómo logré mi última historia. He pasado las últimas dos semanas, sentado aquí frente a esta pantalla, tecleando inicios que nunca sabré su final, perdí la cuenta de las tazas de café, de la cajetilla de cigarros y lápices rotos en el intento por recuperar la imaginación.
Ayer escribí en un momento de iluminación tres estrategias. Nunca sabré si las llevaré acabo, he dibujado más de cinco historias que no logró plasmar en letras. Hoy tomé la decisión de salir, la calle me da miedo, pero es necesario cazar una historia. Me urge escribir una historia, reconciliarme con imaginación. Caminé con los sentidos abiertos, escuche pláticas ajenas, espíe a los transeúntes, me convertí en actor por un día, realicé un performance, grité fuego a mitad del vagón del metro, lloré sin razón alguna en la banca del parque pero nada, imaginación parece haber huido de mi.
Me duele hasta el pensamiento, el cabello se me cae, mi mascota ha muerto, perdí el aniversario de mis padres, no recuerdo cuando fue la última vez que tuve contacto con mi madre, es más ¿tengo aún madre? Que importa, me urge escribir una historia. No queda tiempo ya, es la historia o mi vida.
He leído más de tres veces todos y cada uno de los tomos de mi biblioteca personal, ingresé a miles de blogs de adolescente que sienten que la vida no tiene sentido, en un acto casi suicida asistí al maratón de películas de baja calidad con alto contenido romántico-cursi-meloso, me he plagiado a mi mismo y nada, imaginación parece haber huido, lejos muy lejos de mí.
He ejercitado mi mente, comencé por reproducir azarosamente las cinco mil pistas piratas de mi computadora, parafraseando el inicio de algunas, copié y pegué notas periodísticas.
He descrito, analizando y diseccionado más de doscientas imágenes entre pinturas famosas, fotografías de calidad y otras no tanto. Me urge una historia.
Hace tres semanas, asistí al kinder, me entreviste con los niños más adelantados de su clase, me asusta que tengan más imaginación que yo. Salí llorando. Ya no me urge, ahora suplico por una historia.
Maldita sea, imaginación ¿dónde estas? Me ha dado artritis computacional, pereza mental, frustración literaria, parálisis creativa. Un poco más y moriré en tu búsqueda.

Mayra Z.

Comin' back where I belong

5:00 pm...You're stuck inside my bones, somewhere in the edge we met and fall in love...
5:01pm...I miss you so much...where are the lovely eyes of yours?
5:02pm...time to say goodbye...couldnt save you?
5:03...my heart bleeds as you told me things should go on my own..
5:04..Wish i could turn back time, wish I could erase the secounds ago from my past life...
5:05...I'm sorry but I still love you...do you?